El Señor de los pájaros

 


¿Sabrán los pájaros que su libertad no supone ninguna renuncia? ¿O quizá son conscientes de lo privilegiados que son?  ¿Habrá alguien que pueda comunicarse con ellos y preguntarles? 

Acostumbra Ogawa a mostrar situaciones excepcionales (de forma que parezcan cotidianas) con suma delicadeza. A pesar de describir hechos tan insignificantes como comprar unos caramelos, limpiar jaulas de pájaros o ir a la biblioteca a por un libro, ella los impregna de un aura de misterio que roza lo paranormal. 

El Señor de los Pájaros es un ser solitario que se encarga del mantenimiento del aviario de una escuela infantil. Vive con su hermano mayor, el cual tiene la peculiaridad de hablar un lenguaje único, que ellos llaman poponés: unos sonidos tal vez olvidados hace tiempo por el género humano y que se asemejan al canto de los pájaros. Los únicos seres que consiguen comprender y comunicarse con el hermano mayor son el Señor de los Pájaros y tal vez las aves. Con el paso de los años, al quedarse solos, los hermanos se refugian el uno en el otro, estableciendo una manera de vivir alejada de un mundo exterior incapaz de entenderlos.

Una vez más Ogawa se saca de la chistera una historia peculiar, una simple historia de amor fraternal que roza el realismo mágico y el suspense (con desapariciones truculentas en los capítulos finales no muy bien explicadas) Se inventa un idioma (poponés) que sólo habla el hermano mayor y que le permite entender a las aves, ambos parecen entenderlas perfectamente.

Es una historia triste, muy triste, de dos hermanos que se quedan huérfanos y en la que el hermano mayor se pierde en un mundo de ensoñación en el que sólo los pájaros, y ciertos caramelos, parecen contar con la importancia suficiente para atraer su atención. El resto del mundo parece no existir.

Es el hermano pequeño el que se hace cargo de la casa, de encontrar trabajo y de cuidar de los pájaros que tan buenos ratos de conversación, en poponés, les dan. No existe nada más hasta que...

Triste, mágica, enternecedora, extraña, así es esta historia. Una historia que habla de la importancia de la libertad, la familia, el amor, lo cotidiano, y cómo todas esas cosas implican, en la vida de los seres humanos, responsabilidad.

 El Señor de los pájaros. Yoko Ogawa Funambulista 2019

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