El año de Saeko

 

Deliciosa. Reconozco sentir cariño por este autor que ya me dejó sin aliento con Un grito de amor desde el centro del mundo. Que le vamos a hacer, soy una romántica empedernida. El año de Saeko es muy diferente, aunque su elegante y sencilla escritura, esas descripciones maravillosas, le delatan. Es un libro muy japonés, me explico: lentitud, silencio, placer cotidiano, rutina, cambio estacional, la vida y la muerte. Dos personajes muy normales, con unas vidas muy normales, de eso trata la Vida. Decía John Lennon que la vida es lo que sucede mientras haces otros planes, pues eso es, y eso es muy japonés. Un programador informático y una reponedora de maquinas expendedoras... ¿A quién le podría interesar sus vidas, verdad? Pues el autor consigue que sus plácidas y anodinas vidas (si bien es cierto que hay un hecho diferencial en la historia que es la aparición de la hermana y su, no ya tan extravagante, petición) interesen. ¿Resulta trascendental un año de la vida de una persona vulgar y corriente? Kyoichi Katayama cree que si. Cada uno de nosotros, de su propia vida, seguramente, también.

El año de Saeko (Kyoichi Katayama Alfaguara 2011)