64

 

Lo confieso: esta vez he hecho caso omiso a mi intuición y como era un autor japonés me llevé a casa un tocho de casi setecientas páginas que yo ya sabía iba a ser soporífero. Aunque la publicidad lo venda como un "libro de culto", una simbiosis perfecta, una trama absorbente... Ya digo, no le hice caso a mi intuición, y, efectivamente, ha resultado ser, casi, soporífera.
En 1989 una pequeña, Shoko Amamiya, es raptada y asesinada tras entregar su padre 20 millones de yenes por el rescate. A este caso se le puso un nombre: 64.
Catorce años después ese caso volverá a estar de plena actualidad, y uno de los policías que tomó parte de la operación, Yoshinobu Mikami, ahora relegado a jefe de prensa, va descubriendo poco a poco (setecientas páginas dan para que la cosa sea lenta) la incompetencia de sus compañeros, la corrupción policial existente, la crueldad, la desidia, la "mala baba" de los que mandan, mientras mantiene una lucha de poder con su jefe directo, trata de controlar a la prensa, y convive en un matrimonio que hace aguas tras la desaparición de su propia hija adolescente.
Y todo esto, que sobre el papel pinta fenomenal, se traduce en una falta casi absoluta de chispa, porque la mayor parte del tiempo asistimos a las idas y venidas de un entramado policial, el japonés, que dista mucho de ser Canción triste de Hill Street (para quienes no lo sepan una estupenda serie policíaca americana de hace porrón de años).
Resulta muy cansino a pesar de la demostrada e indudable capacidad del autor como reportero de investigación, algo en lo que trabajó durante doce años. A mi modo de ver le sobran páginas, muchas. Hay capítulos enteros en los que no pasa absolutamente nada, tan solo asistimos a las elucubraciones repetitivas de Mikami, a tareas, una vez más repetidas, policiales sin ningún tipo de interés. Esperaba mucho más, lo admito. Lo mejor, sin duda, el tesón, la paciencia, la fuerza que demuestra el padre de la niña secuestrada para tratar de descubrir al culpable. ¿Lo consigue?, solo son setecientas páginas, ánimo.

64 (Hideo Yokoyama Salamandra 2020)

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