El diario de la dama Murasaki


Este diario refleja las vivencias de la autora de mi adorada Historia de Genji (Genji Monogatari) Murasaki Shikibu, tutora y dama de compañía de la emperatriz Soshi. De manera refinada y entretenida, refleja la vida en la corte imperial del todopoderoso Fujiwara no Michinaga, en el período Heian. Asistimos a las intrigas palaciegas, en forma de envidias, coqueteos, malentendidos y acontecimientos variados, como el nacimiento de un príncipe o los múltiples festivales donde hacían gala de su exquisito gusto todos los cortesanos y la misma familia imperial.

La dama Murasaki detalla el modo de vestir: la elección de colores y paisajes para el kimono, kimono y yukata, el tipo de peinado, los adornos y el maquillaje. Pero también describe el paisaje, y con ellos el paso del tiempo y las estaciones, además de ser una consumada observadora que le permite analizar al resto de personajes que transitan por su vida. Son pocas las poesías que nos regala esta obra, pero en todas ellas es apreciable la hondura de sentimientos, y los interesantes juegos de palabras a los que nos tiene ya acostumbrados esta literatura. Un ejemplo:

                                                            "Ácida y todo
                                                     tanto esta fruta seduce
                                                       que todo el mundo
                                                      que por su lado pasa
                                                  la rama de que cuelga rota"

En la página 185, en una nota al pie, nos explican que hay un juego de palabras entre suki mono que quiere decir fruta ácida, y sukimono que es persona voluptuosa. Así que el poema vendría a decir que "por ser famosa por tu voluptuosidad no habrá hombre alguno que si pasa cerca de ti, de amor no quede cautivo".

Son interesantes las referencias (aunque escasas) que hace Murasaki a su obra maestra, a la que califica como "historia". La elección del papel, la existencia de borradores que ella guarda escondidos en su habitación, o el hecho de que hable de la imposibilidad de mejorar la versión (al parecer el emperador había entrado a sus aposentos y se había hecho con los borradores que entregó a una de sus hijas) son datos relevantes para los admiradores de esta obra, que la autora califica como "historia insignificante" ¡Cómo se equivocaba!

Quizá pueda resultar agotador, para el lector primerizo de este tipo de literatura, la existencia de tantas notas a pie de página, pero son completamente necesarias y tremendamente valiosas. Es cuestión de alterar un poco la rutina de lectura, merece la pena.
(Tit: El diario de la dama Murasaki. Murasaki Shikibu. Satori, 2017)

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